Sentimientos..

Lágrimas de una adolescente u.U

Y entonces detrás de ti se oye un portazo, muerta de rabia todo lo que tocas a tu alrededor vuela como si le salieran alas de repente, en un abrir y cerrar de ojos te encuentras totalmente agotada, casi sin aliento por mantener la respiración durante el desastre, hechas un ojo a tu alrededor y te das cuenta de que es como si hubiera pasado un ciclón en tu habitación, ese único lugar donde estas a salvo y ahora hay mil cosas por el suelo por la rabia contenida, prácticamente te derrumbas en el suelo y reaccionas en una posición fetal, en la que te sientes protegida pero no por mucho tiempo, un nudo en la garganta hace florecer el odio y el haber derrumbado todo no sirve para nada, ahora toca sentirse mal, sentir rodar unas lagrimas negras por tus mejillas, al intentar quitar el mojado incordio usas las manos pero gritas -aaaaaaaaaaaaaaag- y te tocas la cabeza, al tirar del pelo queda completamente despeinado; poco a poco se te hinchan los ojos y notas como se te acartona la cara como si se estuviera secando un duro muro de cemento, eso es, ahora tu corazón de piedra se ablanda y comienza el remolino de pensamientos de ¿por qué duele tanto?, ¿por qué vale la pena llorar?, un vacío enorme se esconde en tu alma y no encuentras manera de echarlo, ya que odias esa sensación y cuanto más la odias más notas un nudo que te hace caer en un mar de lagrimas, un mar totalmente negro ya que no ves nada un completo abismo de desesperación… Después de un momento oyes llamar a la puerta, debe parecer todo normal sino te avasallarán a preguntas incomodas a las que no tienes ganas de responder, una voz desde ese mundo a las afueras de tu refugio grita que debes ir a cenar. Casi por inercia y aún con dolor te levantas, debes responder a la llamada, te pasas las mangas de la camisa por la cara y crees que así no se notara, ¡Pobre ilusa! Caminas casi a paso ‘’zombie’’ tus pies hacen caso omiso a lo que quieres y los arrastras vagamente ya que cuanto antes llegues antes se acabará; te sientas a la mesa con un intenso pensamiento de desasosiego, te metes de nuevo en tus pensamientos, ya que no tienes hambre, no quieres comer solo necesitas relajarte en tu habitación y dejar pasar lo que queda de día, pero no, ha llegado el interrogatorio y el reproche de las cosas que aún no has hecho pero debes hacer; te hace sentir mal y piensas que ya nada será peor pero luego llueven miles de preguntas incomodas a las que respondes con la típica frase ‘’tranquilos no me pasa nada’’ ¿Por qué siempre decimos eso si nunca nos creen? Y obviamente te lo ponen en duda, explotas y respondes que no quieres hablar de ello, tu padre se enfada y dice que no confías en él, que cuando le necesites no estará y eso te hunde aún más te levantas de mala gana de la mesa, te diriges lo más rápido posible de nuevo a tu escondite con la más pesada de las cargas de haberte ido sin más, otro portazo como el primero se oye pero vagamente solo oyes en tu cabeza las palabras ‘’dolor y odio’’ te repites a ti misma, esta vez entras en el bucle de lagrimas acostada boca abajo sobre la cama, sientes la almohada mojada de tantas lagrimas, por última vez vuelves a gritar con ésta en la cara y agotada por fin y sin darte cuenta te quedas profundamente dormida.

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